Agosto se fue fugazmente para dar paso a un septiembre plagado de examenes y el comienzo de un nuevo curso, tras un verano divertido volvemos a la monotonia de la ciudad de las burgas.
Vuelven las interminables horas de clase, los temarios modelo “ladrillo” mortales y somniferos, vuelven los eternos viajes en tren, regresan los interminables ir y venir cada fin de semana a mi casa.
Vuelve el calor de Ourense, patearme la ciudad para ir a la estación ferroviaria.
Volveran las noches en vela para hacer lo que se ha dejado para ultimo dia, volveran las sobredosis de cafeina, las estupideces de siempre.
Al menos cada examen que supero estoy mas cerca de dejar de volver aqui.